lunes, 23 de diciembre de 2013

martes, 10 de diciembre de 2013

Malversación en la calle Blanco Porto

Resulta que en marzo del año 2011 se inauguró una nueva iluminación pública en el barrio de San Antoniño y alrededores. La actuación llegó incluso a la céntrica calle de Blanco Porto.
Hace poco más de dos años pues que se instalaron en las fachadas de la citada vía, vanguardistas dispositivos de alumbrado similares a los tablets pero con tecnología leds.
Con motivo de la remodelación de la calle que acontece estos días, resulta que ahora ya no sirven esos dispositivos atornillados a las fachadas, que al menos respetaban el espacio público, y se sacan de la manga un nuevo modelo que ya incorpora báculo sobre la acera.
Se puede decir que ya entramos en el terreno de la malversación de los caudales públicos.

lunes, 21 de octubre de 2013

Del Puente de la Barca


Ahora que se corta frívolamente un carril del Puente de la Barca, como si no existiesen otras alternativas para evitar este inconveniente, dentro del proceso, claro está, de “doma y castración de Pontevedra” iniciado hace algo más de una década, parece que aquí ya nos hemos olvidamos del trabajo que costó levantar esta infraestructura viaria.


Porque habría que recordar que hasta bien entrado el siglo XIX, las comunicaciones entre Pontevedra y Poio, y obviamente la comarca del Salnés se hacían a través de una barca que unía la Moureira con el vecino ayuntamiento. Los encargados de gestionar en exclusiva esta embarcación de transporte de personas, ganados y mercancías eran los mareantes de Pontevedra, que recibían así interesantes ingresos para la función social de la entidad gremial. Y todo a pesar de sonados pleitos con el monasterio Benidictino de Poio por la explotación de la citada Barca. Pero como llegó un día en que dicho medio de transporte empezaba a quedar obsoleto, a la par que disposiciones liberalizadoras de los gobiernos prohibían a los decadentes gremios de mar recibir aportaciones, se decidió por primera vez construir un verdadero puente que uniera las dos riberas.

Hay que decir que fue la iniciativa privada, capitaneada por los mareantes de Pontevedra a través de una sociedad comanditaria, la que conseguiría que en 1871 entrase en funcionamiento un puente de madera – con tramo levadizo para que las embarcaciones de vela accediesen todavía a los muelles del Burgo – eso sí, previo pago de los derechos de pontazgo.

Habría que esperar hasta 1895 para que el Ministerio de Fomento licitase las obras de un moderno puente de hierro con estribos de cantería, que no se llegaría a inaugurar hasta 1905. De haberse conservado esta obra sería un buen ejemplo de la airosa arquitectura del hierro. Pero el mal estado de los materiales, décadas más tarde, obligaría a suplir el metal por el hormigón, recuperando al fin el puente su función hacia 1949. Ya con las obras de la autopista y la avenida de Beiramar se desconfigurarían aun más las antiguas arquerías pétrea.

Ahora en la moda de volver a la Edad Media, para acceder a Poio y el Salnés hay que vadear de nuevo la ría por el Vao.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Corte por la línea azul


Un nuevo capítulo sobre el disparatado modelo de ciudad se está empezando a escribir.
No sé si a algún racionalista alemán, como los que moran por Munich, le puede caber en la cabeza la solución pontevedresa de que un mero bando de la alcaldía sirva para tumbar todo un plan general urbano de naturaleza reglamentaria, y proceder así sin más, a la reforma y aun neoreforma de una vía pública municipal.
Ahora lo que toca, por avisar no fue, es proceder a la supresión de las esquinas en ángulo, porque habíamos hecho un modelo de vial urbano no reversible y antifuncional para caso de cambio de sentido de la circulación rodada. Pero como somos más ricos y más listos que los alemanes aquí no pasa nada. Estos días se procederá a la rectificación de los ángulos en las calles. Es más si después no funciona la peatonalización de Benito Corbal, ya inventaremos algo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Qué pasa con el estanque de los patos?




No sabemos lo que sucede con el estanque de los patos del parque de las Palmeras. Lleva algunos meses vacío, y por lo de pronto, no ha trascendido nada a la prensa sobre su posible recuperación. Creemos que hasta ahora, ningún colectivo ciudadano ni político se ha molestado por este pequeño asunto
Seguramente que muchos pontevedreses han pasado algunas tardes de su infancia al borde de este simpático pilón forrado de gresite, contemplando como evolucionaban las anátidas que lo poblaban, jugando con los chafarises que manaban de las ranitas verdes de fundición, hace algún tiempo también desaparecidas.
Como nadie nos pudo aportar datos sobre la construcción de esta infraestructura que lleva muchos años embelleciendo el parque infantil, tuvimos que acudir a los archivos para recabar algúna referencia. De las hemerotecas se desprende que este estanque se diseñó en 1949 siendo alcalde de la ciudad Don Remigio Hevia Marinas. Esta obra se enmarca dentro de la línea renovadora que siguieron los munícipes de aquella época con el parque de “las Palmeras” ubicando  allí nuevos elementos, como la estatua de Colón, el monumento a Valle Inclán, los palomares o el citado pilón para los patos.
Lo cierto es que dicha obra fue subastada y contratada con la empresa de Ramón Diz, para inaugurarse finalmente el cuatro de junio de 1950. Desde entonces – y ya han transcurrido sesenta y tres años – la obra del pilón de gresite verde con sus casetas y puentecillo multicolor formando una isla, a la que se incorpora toda una araucaria y una camelia, ha venido sirviendo de marco para muchas generaciones de niños a lo largo de más de seis décadas como ya hemos indicado.
La ingenua e innovadora obra de ingeniería infantil, de la que en su momento se editaron postales, merecería un mejor trato, sobre todo en una capital que presume ser  la cidade dos nenos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Cartel de las Fiestas de la Peregrina - 1973


Cuarenta años no son nada.
Diseño de Curro Volta.

domingo, 21 de julio de 2013

Las ciruelas de la discordia


La bucólica recogida de unas ciruelas por parte de los vecinos del barrio de A Parda, en las nuevas calles de aquella zona de expansión urbana pontevedresa, acaba de dejarnos perplejos.
Porque no se le ha ocurrido  al concejal delegado de ese barrio, Luis Bará, al parecer también participante en esa recolección de frutas nacidas de cerca de veinticinco ciruelos, decir que dichos árboles no son los más indicados para los espacios urbanos por la suciedad y peligro de resbalones que pueden provocar las frutas caídas.
Como si la anterior obviedad racional no se realizase por el miembro de un gobierno local que siempre presumió de plantar árboles frutales como santo y seña de la llamada "reforma urbana".
Porque aquí parece que nos olvidamos que bajo el mismo alcalde que ahora desaconseja los ciruelos, hace unos pocos años, o meses, se ufanaba de lo contrario.

Y así  parece que aquí  nadie recuerda ya la plantación de los cerezos de la Plaza de la Verdura, una vez que se talaron las catalpas. 

Ni de los treinta manzanos, cuatro ciruelos, seis perales, catorce naranjos, y otros veintidós cerezos que se encargaron en el otoño del año 2001 a un conocido vivero de Gerona, a razón de unos 180.30 euros de precio medio por árbol, para plantar en en las calles Daniel de la Sota, Salvador Moreno - de aquella se llamaba así - y Plaza de San José. Con el agravante de que el concejal Mosquera, el mentor de la idílica huerta urbana, advertía que los frutos no eran recomendables para el consumo humano.

Pero es que en el año 2007 se plantaban en la calle del Padre Luis cinco ejemplares de ciruelo, el mismo número que se colocarían en la cercana rúa del Padre Sobreira. A mayores también se plantarían otros cinco más en el reformado tramo de la calle de Rosalía de Castro...

Pero el despropósito de la cuestión es que en las obras que se anuncian para reformar las rotondas de San Mauro y la avenida de Juan Carlos I, lugar donde se recogieron las célebres ciruelas, se anuncia ahora que el nuevo diseño de las aceras incluirá unas filas de ¡cerezos!
A ver si se aclaran.



miércoles, 17 de julio de 2013

Cartel de las fiestas de la Peregrina de 1947

Navegando por internet, hemos tropezado con la joya cartelística que ilustra este post.
Se trata del cartel anunciador de las "Fiestas de la Peregrina" de Pontevedra, del año 1947.
No sabemos cual sería el autor de esta obra documental de valor artístico e histórico¿Agustín Portela? ¿Lugrís?
Lo único cierto es que fue impreso por Roel, en Vigo.
Como está a la venta, a lo mejor el Museo de Pontevedra se anima a adquirirlo para sus fondos documentales.Ya que actualmente no se sigue con la tradición de realizar un cartel anual, al menos deleitarnos con los que se hicieron en tiempos.

martes, 9 de julio de 2013

San Benitiño de Lérez, ¿fiesta de interés turístico?


Hace ya cuarenta y seis años que el Boletín Oficial del Estado publicaba una Resolución de la Subsecretaría de Turismo por la que se concedía la denominación de "fiesta de interés turístico" a la Fiesta de San Benitiño de Lérez, en Pontevedra.
En aquella ocasión, el periódico oficial reconocía además de esta romería gallega a cinco diferentes celebraciones festivas de diversas regiones españolas, a saber:

Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara)
Festival de los Patios Cordobeses (Córdoba)
Misterio de la Pasión de Moncada (Valencia)
Fiesta del Mercat del Ram de Vich (Barcelona)
Fiesta de Moros y Cristianos, en honor de Nuestra Señora de las Virtudes de Villena (Alicante)

Dado el estado de zombificación de la sociedad pontevedresa, sería absurdo comparar la Feira Franca, declarada recientemente como fiesta de interés turístico, con la ancestral y enxebre fiesta de Lérez. Para la primera se destinan importantes cantidades de dinero en organización y publicidad, que rayan incluso lo obsceno. Para la segunda fiesta, declarada de interés turístico ya en 1967, ni siquiera se edita un mísero cartel.
Asi que solamente podemos realizar una comparación entre la celebración de San Benito y las otras cinco fiestas españolas compañeras del Boletín Oficial.
Como sería muy prolijo describir las diferentes fiestas señaladas nos limitaremos a indicar algunos aspectos publicitarios, como la edición del cartel de la misma, documento que no existe en la celebración de Lérez.
Advertir que la fiesta que ha llegado más lejos en el plano institucional ha sido la del Festival de los Patios Cordobeses, declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad. Pero es que incluso la "Caballada de Atienza" ha conseguido editar un sello conmemorativo...
Un poco de sana envidia no viene mal, para una ciudad que no cultiva sus tradiciones:






sábado, 6 de julio de 2013

El pulso de la ciudad

La anodina reparación de una calle nos sirve para tomar el pulso a la ciudad.
Ya que, ¿cuántas veces se levantó el pavimento de la calzada situada en frente al colegio Alvarez Limeses, en la calle del benemérito Joaquín Costa?
En condiciones normales, la oposición municipal haría su labor fiscalizadora, examinando los expedientes de la obra, pidiendo responsabilidades a técnicos, funcionarios y políticos por las chapuzas reiteradas.
La prensa local, vía hemeroteca, nos recordaría el histórico de reparaciones y también instaría a los gobernantes de turno, los mismos que cuando se inauguró la obra, a procurar hacer bien las cosas.
Y los vecinos, tanto residentes como comerciantes, a través de las asociaciones y federaciones vecinales también pondrían el grito en el cielo por las reiteradas reparaciones de una calle.
Mientras tanto, entre el silencio generalizado, por enésima vez, se volverá a reponer el adoquín leonés, a cargo del erario público.

martes, 18 de junio de 2013

Filosofía política del multamóvil


Esto no hay quien lo entienda. Resulta que después de tanto premio por la mal llamada "reforma urbana", en mejoras de la accesibilidad, calmado de tráfico de vehículos, peatonalizaciones, campañas escolares, etc, etc -que hasta media Europa civilizada quedó abraiada- ahora resulta que ha sido un fracaso y hay que volver a los antiguos métodos del palo y la zanahoria.
Al menos así se desprende, como ya comentamos en alguna ocasión, del balance anual de la Policía local, donde aumenta el número de sanciones de tráfico y sobre todo, la recaudación.
Para ratificar el anterior fracaso de "modelo de cidade", resulta que ahora el concello de Pontevedra pretende adquirir, nada menos que por la vía de urgencia a través de una modificación de crédito - lo que demuestra que el vehículo ni siquiera estaba previsto en los presupuestos anuales, y que con su adquisición se priva de otras partidas para inversiones en obras y servicios públicos - el citado aparato para sancionar.
Y si lo anterior es reprochable, aun es mayor la causa para el que se adquiere, reconocida por el propio concello: sancionar a los que incumplan la normativa de los espacios de carga y descarga, habilitados.
Como si ya la propia clase trabajadora no tuviera suficientes problemas, que estar pendiente a partir de ahora del dichoso artefacto. Y menudo varapalo para el maltrecho modelo de ciudad de servicios que tanto se pregoniza...
Repárese que además el multamóvil deshumaniza las relaciones entre Administración y administrado, ya que al menos en las sanciones convencionales se le podía ver la cara al agente. Ahora no, es la máquina quien de forma asimétrica va a beneficiar siempre, a efectos probatorios,  al Concello.
En fin, que el Concello de Pontevedra, a pesar se sus campañas de propaganda, entra en el anodino club de ciudades que tienen un multamóvil para llenar las arcas municipales.

viernes, 7 de junio de 2013

Puzzle de Losetas

 
Hoy traemos al blog una joya hemerográfica. Data de enero del año 2000, y por aquella época el flamante concejal de urbanismo, César Mosquera, sostenía que a partir de ese momento iba a entrar en vigor una nueva forma de realizar las obras en nuestras calles, "con un diseño más uniforme" a la vista de que el plan de aceras de la corporación anterior se había convertido en "un paradigma do que non se debe facer".
La entradilla de la noticia era todo una declaración de principios: "no se puede seguir con el puzzle de losetas".
Lo cierto es que los doce años que le siguieron, la realidad superó a la ficción. Si hay algo de que puede presumir Pontevedra es de haberse convertido en un auténtico muestrario de losetas.
Es más, algunas calles se han levantado ya más de tres veces. Tenemos losetas, grises y de varios tipos, granates, amarillentas, adoquines oscuros y tostados, célebres por sus bailes...La Avenida de Marin lleva varias gamas de azul...Si hasta bajo el mismo alcalde Lores, hemos tenido un diseño de pavimento en nuestra zona monumental, auspiciado por Mosquera y otra diferente representada por Teresa Casal.
Paradójicamente siguen en su sitio las losetas hidráulicas de la plaza de la Peregrina, a las que hace referencia la noticia del año 2000 y tanto se criticaba.
En un país civilizado se podría extraer que ha fracadaso el modelo de ciudad y que el concejal en cuestión no tiene vergüenza

viernes, 31 de mayo de 2013

Una de analfabetos


Al menos desde el siglo XVI, se sabe que en Pontevedra la procesión de Corpus discurre por el eje de las calles Pasantería y la Herrería. Y eso que desapareció San Bartolomé "o vello". Pero lo único cierto es que ya sean años pares, cuando la comitiva sale de la citada parroquia, como años impares, cuando el Corpus sale de Santa María, lleva siendo más de quinientos años inexcusable el paso por las citadas vías públicas.
Pues bien, aunque hay más días que longanizas, aunque hay otros espacios para montar una más que necesaria feria del libro, los munícipes han decidido atascar el Paseo de Odriozola y el entorno de la Herrería con las casetas feriales, cuando deberían saber - el actual alcalde lleva veintiseis años en nuestra Corporación -  que por ahí discurre la secular procesión, probablemente de las costumbres más antiguas y arraigadas en nuestra ciudad.
Como los analfabetos, en teoría, no saben leer ni escribir, ilustramos este post con antiguas fotografías, a ver si pueden comprender algo.

jueves, 25 de abril de 2013

Fotografía de la "pedra Pinela"




En el blog "Calles de Pontevedra" apareció una fotografía panorámica de Pontevedra, datada hacia 1890.
Se aprecia el estuario del Lérez y el del río Alba o Rons.
Seguramente que el bajo o cabezo que se distingue entre los fondos de arena y fango que descubre la bajamar, es la célebre "pedra Pinela", el marco histórico de referencia que divide las tierras de Poio y las de la capital.
«Piedra Pinela que baña el mar, ordenándose en esta colocar el último mojón, número veintiocho y desde el cual, formando la divisoria en ángulo entrante a la parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra, sigue la divisoria por el centro de la ría mar de Lérez y Marín hasta el encuentro de la línea divisoria del Ayuntamiento de Pontevedra con el Marín que es el lugar de Estribela».

Es curioso que el término "pinela" como microtopónimo, aparece además en nuestra ría, precisamente en la costa de Poio, en la de Ardán y aun en Aldán, y se suele referir a una piedra que queda al descubierto con las mareas majas. Tal sería el caso pontevedrés, sepultada ahora por los rellenos de las marismas.

martes, 16 de abril de 2013

Los antisistema de Pontevedra


Resulta que en Pontevedra ser antisistema no es ser uno de los más de diez mil parados inscritos en la lista de desempelo de la ciudad. Ser antisistema no es estar censado en el extranjero como ya lo han hecho cerca de catorce mil vecinos. Ser antisistema no es ir al comedor de San Francisco o dormir en la calle. Ser antisistema no es estar afectado por la estafa de las preferentes...
Pues nada de eso. En Pontevedra para ser antisistema tienes que mililitar en el BNG. En el mejor de los casos llevar un cuarto de siglo chupando de las rentas de la política local, caso del alcalde de Lores, o estar más de veinte años seguidos como diputado provincial, caso de Mosquera.
Ser antisistema es tener un sueldo fijo blindado, a poder ser del grupo A y en el área de la educación o de la sanidad, caso de Bará, Raimundo o Demetrio.
En fin, ser antisistema es arruinar a la sociedad civil y ufanarse de que al menos los jóvenes, aunque no tengan futuro en Pontevedera, siempre pueden pasear sin coches por la plaza de la Peregrina.
Como ser antisistema es haber estado  dedicado a la política durante veinte años, y después de dejar arruinada sociedad y el propio partido, reincorporarse a la plaza de profesor, como si aquí no hubiera pasado nada. Es el caso de Gullerme Vázquez.
No se puede ser tan sinvergüenza.

miércoles, 10 de abril de 2013

Pontevedra, ejemplo de movilidad


Dicen que el pontevedrés nace, crece, algunos hasta se reproducen y una buena parte de ellos tienen que emigrar, por falta de oportunidades laborales en su ciudad.
No cabe duda que en la última década, si de algo puede presumir la ciudad, es de su modelo de movilidad.
La lamentable gestión política no ha echo más que recoger sus frutos. Si un historiador analiza la trayectoria socioeconómica de la capital de Lérez, si hace un balance de las instituciones que desaparecieron en apenas doce años, tendría que tildarla cuando menos como etapa ominosa.
Con esos mimbres el modelo de movilidad poblacional es una triste realidad. Los números son escandalosos y por lo de pronto no se plantea y se ofrecen la más mínima esperanza de que cambien las cosas. Es más, la política local se plantea como una auténtica guerra  de exterminio para que nada cambie.
Pero la cruda realidad está ahí.  Apenas interesan los más de diez mil parados en una ciudad de poco más de ochenta mil vecinos, el drama de tener a los jóvenes más formados de la historia, que no serán más que un número en el censo de emigrantes.
¿Saben cuantos pontevedreses están censados en el extranjero?Pues nada más y nada menos que cerca de catorce mil.
Si señor. Pontevedra es un auténtico modelo de movilidad. Aunque todo tiene su fecha de caducidad.

jueves, 4 de abril de 2013

Inventario municipal privado


Como en los últimos doce años no fueron capaces de actualizar el inventario municipal de bienes, bueno, ni hacer un nuevo plan general de ordenación urbana, ni siquiera unos presupuestos anuales, ahora toca poner al día dicho listado de bienes locales.
Llama la atención que los adalides de la defensa de los servicios públicos tengan que recurrir ahora a una empresa privada, a un servicio externo ajeno a la Administración para la tarea en cuestión de actualizado de bienes. El tema no es menor, porque se le asignan 60.000 euros, esto es diez millones de pesetas.
Vale que hace veinte años hubiera que recurrir a una consultoría externa, pero hoy en día hay que suponer que la Administración local está debidamente informatizada y que existe una gran coordinación entre los diferentes departamentos. Es más, hasta hay servicios que constituyen el núcleo de gestión municipal, que al ser privatizados, caso de recaudación de multas, abastecimiento de aguas, recogida de basuras...que hasta se podrían destinar efectivos a realizar esa tarea de la base de datos. Y ya no digamos del no trabajo del área de urbanismo, o de las doce exclusivas de los concejales del grupo de gobierno
Además hay que suponer que nadie mejor que los de casa, de los de dentro, para realizar el inventario municipal.
Que aprendan de los empleados de los supermecados, que cada año realizan el ingente esfuerzo de actualizado de inventario y no tienen los privilegios de los empleados públicos. Y menos de los de Pontevedra.

miércoles, 3 de abril de 2013

jueves, 28 de marzo de 2013

Pro serenitatem


Antiguamente, en caso de pertinaces sequías, había que implorar por medio de rogativas del tipo "ad petendam pluviam" que volviera la lluvia para regar los campos y que salieran adelante las cosechas.
Si el tiempo llevaba meses revirado, lo que tocaba eran oraciones "pro serenitatem" para que cesaran las tempestades. Esta modalidad estaba, lógicamente, muy extendida entre las gentes del mar.
Ahora como antaño, en plena Semana Santa, y después de incesantes lluvias que comenzaron en octubre, toca una rogativa "pro serenitatem". Los ríos bajan desbordados, peligran las cosechas por la falta de floración y polinización, los estuarios pierden salinidad y muere el marisco; en el gremio de la hostelería las terrazas no funcionan y a nadie apetece ir de turismo rural o a abrir la casa de Sanxenxo...
Ilustramos este post con una fotografía de 1968, que representa  la procesión del Encuentro, en la mañana del Viernes Santo, en un marco incomparable: la plaza del Teucro.
Allí entre sus naranjos se divisa a un guardia municipal de salacot, un automóvil "escarabajo" y algunos seiscientos...
Una procesión entrañable e intemporal. A ver si la lluvia de este año permite recrear esta escena, entre la Virgen de la Soledad y Cristo con la cruz a cuestas.

martes, 26 de marzo de 2013

Dos años sin calabazas



Ayer 25 de marzo, fue la festividad de la Anunciación, fecha en la que nuestros antepasados celebraban el mercado de aperos agrícolas y calabazas, en las inmediaciones de la desaparecida capilla de la Virgen del Camino.
Después de varias décadas sin celebrarse, la feria de las calabazas se recuperó en tiempos del alcalde Rivas Fontán, para desaparecer nuevamente. En los últimos años este mercado tradicional se instalaba en la plaza de Curros Enriquez y los Soportales.
 No sabemos por qué causa lleva dos años sin celebrarse. Quizás la prensa, especializada en investigación de temas locales, o la oposición política, pregunte en el próximo pleno sobre este enigma festivo.

jueves, 21 de marzo de 2013

La clave está en la Pinela




En 1992, el desaparecido párroco de Campañó, el ilustrado Antonio Rodríguez Fráiz, sostenía en un trabajo titulado  “A Pedra Pinela -Marco de Coto”, que si precisamente “hoxe aparecese a Pedra Pinela os problemas entre os concellos de Pontevedra e Poio esmoreceríanse, xa que este outeiro foi dende os tempos medievais punto de referencia e marco de coto denantes as xurisdiccións episcopais reitoras da Vila pontevedresa e frades bieitos de Poio e Lérez ; tamén termo de lindeiros parroquiais de Sancti Petri de Campaniola , San Salvador e San Xoan de Poio  e dende 1820 das división administrativas entre os devanditos concellos”. A lo que habría que añadir que en ese penedo también convergió en su día, el efímero ayuntamiento de Alba y sirvió también para deslindar la parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra.
¿Pero donde se haya exactamente este hito o mojón que sirvió de referencia topográfica durante tantos siglos a varias entidades territoriales?
 Rodríguez Fraiz citaba un documento de 1763, donde aparecía un reconocimiento de marcos entre las parroquias de Campañó y el Monasterio de Poio, muy curioso para deslindar los actuales municipios de Poio y Pontevedra, que lógicamente basaron su término municipal en la existencia previa de dichas entidades parroquiales. La parte más interesante del documento señala por donde discurre la línea divisoria, y dice así: “De este outeiro do Corbo en derechura “Aguas Vertientes”, cortando por el Outeyro da Tomba que es marco de coto, y esta sobre la Fuente da Tomba, que corre para La Casa do Bao; topando en la mesma Casa do Bao por la parte del Vendaval cuia casa también es marco de coto ; y queda toda ella para Campañó y cortando en derechura por el lugar de Bao que  antes fue de Benito Villanueva y oy es deste es cabeza Benito Paz; hasta dar en la Piedra Pinela, que está en medio de la ría de Pontevedra y la que juntamente es marco de coto en donde se acaba esta demarcación…”
Así el citado autor sostendría que la “Piedra Pinela” aparecería en 1988 con motivo de las obras de la Avenida de Beiramar, ejecutadas en las inmediaciones del Puente de la Barca, conjetura que nos parece errónea, puesto que de un documento de 1667, del que hemos encontrado la transcripción, en donde los vecinos de Poio reconocen los límites del Monasterio que “saven que comienza en el Peiraro de la Barca de Pontevedra, cuia Barca y pasaje es propio de dicho Monasterio y corre rio arriba a la Piedra da Pinela que se halla en medio de dicho río y sigue derecho a la casa del Bao...” se desprende que dicho marco pétreo estaba aguas arriba de A Barca.
Así, por lo de pronto, todo parece indicar que dicha “Piedra Pinela”, debía ser un islote rocoso o “cabezo”,  ubicado en las proximidades de la desembocadura del río Rons o de Alba. Este accidente natural, sería un elemento topográfico de más seguridad y contundencia que la imprecisión geográfica que generaría el citado cauce, que variaría debido  al juego continuo de las mareas.
La existencia de un croquis escala 1:5000 elaborado por la “Sociedad Arqueológica” hacia 1890, avala nuestra tesis. En dicho dibujo, que reproducimos de la obra “Pontevedra Villa Amurallada”, se grafía la “Piedra Pinela” en el extremo norte del plano, hacia el oeste del puente del Burgo.
¿Y qué fue de dicha peña tan interesante para la historia local y aun para resolver conflictos de lindes actuales? Pues que quedaría embutida en los rellenos del malecón norte de la ría, actual avenida de Domingo Fontán. Hoy tendríamos que buscarla entre las inmediaciones del antiguo Puente de las Corrientes, el citado malecón y los rellenos de la Junquera hacia el lugar que ocupa la Imprenta provincial.
Habría que concluir diciendo que para los románticos pontevedreses del siglo XIX, dicha “Peña da Pinela”, además de una referencia jurídica, era todavía un lugar mítico. En 1877 Prudencio Landín señaló como precisamente frente al fondeadero de la Pinela, habían desembarcado las huestes de Urco durante unos célebres Carnavales.  En 1888 la prensa local también recogería que durante los festejos de la Peregrina, tendría lugar un certamen de natación entre el puente del Burgo… y el citado bajo de la Pinela. Y en ese mismo año, cuando se le obsequió con una gira por el Lérez al escritor Echegaray, se lanzaron multitud de cohetes desde dicho islote.
Y aunque los pontevedreses de hoy no podamos contemplar dicha peña sujeta al capricho de las mareas, al menos nos quedan unos versos épicos, también decimonónicos de Luis Rodriguez Seoane, que incluso ayudan a situar dicho accidente topográfico:
“Al descansar de la feliz victoria,
Teucro a Helenes fundó sobre estos ríos,
Y anciano ya, morada mortuoria
Quiso tener del mar entre bajíos
La roca de Pinela aun su memoria
guarda y allí con ímpetus bravíos
el río de Alba su corriente abate
y el mar y el Lérez siguen en combate”

jueves, 14 de marzo de 2013

De Malvar a Bergoglio


Creo que no podemos decir que tuvimos alguna vez un Papa de origen pontevedrés. Pero de lo que podemos ufanarnos, aunque no le guste a nuestro actual regidor local, es de haber tenido a un oriundo de nuestra tierra como obispo de Buenos Aires, la diócesis de donde salió el actual Papa, el cardenal Bergoglio, perteneciente además a la Compañía de Jesús..
Muchos se habrán dado cuenta que nos estamos refiriendo al Arzobispo Malvar, o si se quiere, a Fray Sebastian Malvar y Pinto, natural de la parroquia pontevedresa de Salcedo.
Este franciscano, fue nombrado obispo de Buenos Aires en tiempos de Carlos III, entrando en la sede bonaerense en 1780. Claro que en aquellos tiempos, aun no se habían independizado de España los nuevos estados americanos, y así dicha diócesis abarcaba territorios del actual Paraguay, Uruguay y Argentina. De su estancia americana, en la Plata, tenemos una buena visión gracias a un trabajo del profesor Filgueira Valverde, con motivo de los actos de la Hispanidad de 1973.
Asi sabemos que la actividad de nuestro paisano en América fue muy fecunda. Desde un punto de vista pastoral se entregó con pasión a tres facetas fundamentalmente: terminar la obra de la Catedral de Buenos Aires, a la que se le añadiría una fachada grecorromana en el siglo XIX, instituir en ella un Doctoral y Penitenciario y por último crear un Monte de Piedad.
Luchó como dice el Padre Arrieta " a favor del indio desvalido contra la avaricia del europeo, devorador por el hambre del oro", aunque siempre mantuvo su lealtad con España en los temas independentistas.
En 1785, Malvar sería preconizado como Arzobispo de Santiago de Compostela, iniciando además una nueva y grata época como mecenas en Galicia. Aunque esa ya es otra historia más cercana, como el Pazo de Gandarón, en Salcedo, parroquia que comparte el mismo patrón que Buenos Aires: San Martín.

miércoles, 6 de marzo de 2013

El alquiler del parque de bomberos


Todo apunta a que habrá que ejecutar la sentencia que fija los límites entre los términos municipales de Poio y Pontevedra. La frontera inmemorial y centenaria, previa al deslinde de 1938 que no acepta Poio, discurre a lo largo del río Rons o de Alba, el que desemboca en el pequeño puente de las corrientes, el verdadero, no el nuevo de metal.
Siguiendo con los desaguisados de esta décado ominosa, la capital perderá de un plumazo el cuartel de la Guardia Civil y el parque municipal de bomberos, que ocupa el espacio donde un día se ubicó el matadero local, porque lo que hace el fallo judicial, es reconocer como integrantes de Poio esos terrenos.
Ahora bien, todo apunta a que esas parcelas además son bienes comunales pertenecientes a la Comunidad de Montes de San Salvador de Poio.
Y el meollo de la cuestión estriba ahora - siguiendo los pasos y los argumentos de la Comunidad de Salcedo que pretende que el asentamiento de la Brilat les ingrese un canon por la ocupación de aquellos terrenos - si dicha comunidad de San Salvador exigirá un alquiler por la ocupación del citado cuartel de la Guardia Civil y de los bomberos. Se supone que al menos el alquiler de los bomberos lo pagaría el Concello de Pontevedra por ser un servicio eminentemente municipal.
A ver como termina esta mera "discrepancia jurídica" en términos del concello de Pontevedra.

jueves, 28 de febrero de 2013

Los privilegios del Aula Castelao


Llegada la Pascua, desde hace treinta años, un grupo de profesores de filosofía pertenencientes en un principio al Instituto "Valle Inclán" llevan organizando lo que se ha denominado como "Semana Gallega de Filosofía".
Son un clásico de la actividad cultural de la ciudad y lógicamente en estas tres décadas han recogido infinidad de galardones por su esfuerzo y prestigio. Ni que decir tiene que en tantos años se han abordado infinidad de temas y han comparecido ponentes de todo el orbe de pensamiento humano.
Pero lo grave del asunto es que desde hace un tiempo se nota que la pluralidad de enfoques ha desaparecido totalmente para convertirse en la semana galega de la filosofía nacionalista de izquierdas. Los asuntos se abordan desde la óptica de un pensamiento político único donde lo que prima básicamente es cantar las excelencias de los nacionalismos, a poder ser periféricos, las maldades del capitalismo, la bondad de lo público sobre lo privado, o la primacía del laicismo. Y así año tras año. En general los ponentes de los últimos lustros, además suelen responder al patrón de vividores del erario público.
Pero quizás lo que llame más la atención es el desmedido apoyo económico que se presta desde el Concello de Pontevedra, con un convenio que supera los diecisiete mil euros, (17.000) o por lo menos así viene siendo en los últimos tres años. Si ya es discutible que una Administración Local deba subvencionar estos eventos, máxime si está organizado por elementos priviligiados del grupo A como pueden ser los profesores de Instituto, las comparaciones con otras actividades de colectivos de la ciudad resultan odiosas.
Y es que el dinero que se le dedica a la semana galega de filosofía sectaria, supera por ejemplo a lo que el concello le dedica a los empresarios locales para sus campañas de promoción comercial, a lo que se le dedica a la federación de vecinos, y ya no digamos a otras entidades culturales o que realizan actos de promoción de la ciudad como la Sociedad Filarmónica o la Junta Coordinadora de la Semana Santa.
Deberían aprender los filósofos oficiales de las citadas entidades que sufragan sus actos básicamente con las aportaciones de las cuotas de los socios sin tener que recurrir a las ayudas públicas.
Con los citados mimbres económicos, el resultado intelectual de la semana de filosofía no puede resultar más que  un disparate, al estar organizado por elementos de la clase privilegiada disociados de la realidad cotidiana.

viernes, 22 de febrero de 2013

La cara de Sesmero


Ayer, ilustrando un artículo de La Voz de Galicia escrito por María Conde, aparecía un retrato de Alejandro Rodriguez Sesmero, el verdadero diseñador de la Pontevedra moderna.
Gracias a esa publicación  le podíamos ver el rostro a este genio de finales del siglo XIX. Precisamente Sesmero aparece retratado con la cruz y la encomienda de la Real orden de Carlos III, concedidas  por su brillante labor facultativa pontevedresa entre 1876 y 1887.
Siguiendo un trabajo de uno de sus bisnietos, el profesor Portela Sandoval, podemos recordar las obras ejecutadas en nuestra capital, como maestro de obras o arquitecto, ingeniero y urbanista:
Palacete de las Mendoza, Casa Consistorial, Cementerio Municipal de San Mauro, Palacio de la Diputación Provincial, Edificio del Gobierno Militar, Mercado cubierto, Depósito y traída de aguas con sus fuentes de fundición, reordenación y alineación de calles como Sagasta, García Camba, plaza del Muelle, Alameda, Andrés Muruaís, Fernández Villaverde, Avenida de Santa María...
Alejandro Sesmero, era de origen vallesolitano aunque nació en Asturias, residió en Pontevedra y acabó sus últimos años, como muchísimos gallegos, en Argentina, falleciendo en 1913, por lo que este año celebramos su centenario. Si viviera hoy en día sería difícl su contratación por parte d enuestro ayuntamiento, al exigírsele un curso de gallego.
Por lo menos es grato recordar, cuando hoy en once años los gobiernos municipales sólo pueden presentar un balance de colocación de baldosas y bolardos, como hubo otros tiempos en que gracias a la grandeza de algunas personas se pudo   construir y modernizar todo un proyecto de ciudad.
Sería interesante la colocación en un lugar público, de un retrato u escultura de este hombre, para ejemplo de generaciones venideras. Porque con la de ahora ya sabemos que no podemos contar para nada.

lunes, 18 de febrero de 2013

Pimientos y bomberos


Desde que se decidió huir de la racionalidad administrativa cotidiana, trayectoria propiciada en buena parte por la instauración del Estado Autonómico Feudal, las situaciones pintorescas derivadas del exceso de normas y su aplicación por "la generación",  se suceden sin tregua.
Estos días hemos sabido que la asociación de furancheiros de Pontevedra, tuvo que presentar un escrito oficial, presentado en el Registro del Concello, solicitando se le admitan servir pimientos de Padrón, por ser este producto más rentable que otras cinco tapas tasadas, en cumplimiento nada menos que de un decreto autonómico y una ordenanza local que lo desarrolla. No sabemos como se resolverá tan importante asunto.
También nos hemos enterado por la prensa que el pasado sábado, cuando ardía una casa en A Barca,  a escasos quinientos metros del parque de bomberos "de Pontevedra", estos no pudieron hacer su salida porque al estar dicho incendio en el término de Poio, la competencia del servicio correspondía a los bomberos del Salnés. Lógicamente éstos tardaron más en llegar al lugar, aumentando así las consecuencias del siniestro, en el que afortunadamente no hubo daños personales.
Que conste que este último asunto, dejando a un lado la gravedad de los hechos, aun tiene más enjundia desde el punto de vista administrativo, porque es público y notorio que los lindes entre los ayuntamientos de Poio y Pontevedra están en discusión. Es más, si ahora se decide  dar por válido el deslinde inmemorial vigente hasta la II República, el parque de bomberos "de Pontevedra", estaría ubicado en el término de Poio.
No sé que bomberos nos corresponderían en caso de incendios en la capital, si los de Marín o los de Vigo.

martes, 12 de febrero de 2013

Hablemos de multas


Recoge la prensa el balance de sanciones de tráfico impuestas por la Policía Local el pasado ejercicio.
Lo primero que llama la atención es el incremento de las multas en un 10%  y consecuentemente la recaudación, que ascendió a 1,5 millones de euros, ingresados en las arcas municipales gracias a que en su momento se privatizó el servicio de cobro de estas sanciones, y nada apunta a que vuelva a ser una gestión pública, a pesar de tener un gobierno defensor de "todo lo público".
De lo anterior se desprende que a pesar de los "modelos de ciudad idílicos" y de las campañas de educación viaria, hay que seguir igualmente sancionando al ciudadano, y ahora en mayor medida. También es ilógico que no haya descendido la cuantía de las sanciones para adecuarse a la realidad socioeconómica ¡cuántas familias sobreviven ahora con pagas de 400 euros!. Es más, aun se anuncian nuevas tarifas, al alza, de la concesionaria de la grúa, por ejemplo.
Es importante advertir que la mayor parte de las sanciones se refieren a las infracciones en materia de aparcamientos, y que no estamos en presencia de conductas graves o peligrosas que merecían su correspondiente castigo, lo que da pie a pensar en el carácter recaudatorio de estas sanciones, que como decimos, batieron el record de recaudación.
Pero lo más asombroso del resumen anual, es comprobar como la hostilidad administrativa se centra mayormente en ciudadanos no domiciliados en esta capital, pero residentes en otros ayuntamientos de la provincia que se eleva hasta el 46% del total. Lo cual quiere decir que estamos haciendo una ciudad incómoda e inaccesible para aquellos que por diversos motivos tienen que desplazarse a Pontevedra.
También es muy elevado el número de sanciones impuestas a conductores de fuera de la provincia, que se eleva hasta el 12% del cómputo. Bastarán un par de multas antipáticas para echar por tierra la mejor campaña de promoción turística.

viernes, 8 de febrero de 2013

Cartel y transparencia


No sé si la institución que otorgó uno de los últimos puestos en transparencia al Concello de Pontevedra siguió como indicador el modo en qué los ayuntamientos licitan sus carteles de fiestas.
Para el de la ciudad del Lérez, desde luego que lo tuvieron fácil. Aquí desde hace unos diez años,  siempre se le concede al mismo autor, por lo menos en lo que se refiere a las fiestas de carnavales y aun las de la Peregrina del verano.
Kiko Dasilva, buen dibujante y gran emprendedor y entusiasta del mundo de la banda diseñada es el beneficiario de estos trabajos públicos. También es sabido que alguna de sus obras cuelga del despacho de la Alcaldía, en el edificio de la calle Michelena.
Como en Pontevedra no existe la tradición cartelista, ni la afición a las Bellas Artes, es lógico que estos encargos se le concedan a un amigo del alcalde. Además como prácticamente no existe el paro juvenil sería inútil proponer como estímulo un concurso de carteles. Con la transparencia que hay es perder el tiempo.
Este tipo de concesión, es otro buen ejemplo del secuestro de la sociedad por parte de la llamada "generación japuta" aquellos que lo tienen todo y se niegan a dejar ni un mínimo a los que vienen detrás.

jueves, 7 de febrero de 2013

El honor de los canteiros

 
Está en obras la calle de Antonio Odriozola, nada menos que el trayecto que une los Soportales y la calle de Sarmiento, un flanco de la plaza de la Herrería. El historiador Xosé Fortes identificó a este tramo como el paseo intramuros más antiguo de la villa Ahí es nada.
El tema de hoy, apenas sin trascendencia, secuestrada como está la población civil pontevedresa por la llamada "generación japuta", que como es sabido se refiere a aquellos que han dilapidado ya no los fondos que le correspondían sino todos los de sus hijos y aun nietos, que ya no distinguen la realidad ni saben lo que es la razón,  como ejemplo cercano valga,   el gobierno local y su entorno- versa sobre la mera colocación de unas piedras.
Hacia 1985, cuando aun los alcaldes no defendían a las clases privilegiadas,  Rivas Fontán decidió empedrar el citado paseo de Odriozola. De aquella la feliz iniciativa, en un momento económico menos dramático que el actual,  consistió en crear una escuela taller donde unos jóvenes aprendices a golpe de cincel y maceta conocieron el tradicional arte del labrado de las losas. El objetivo se cumplió y la calle quedó pavimentada siguiendo ancestrales técnicas.
Como ahora no se respetan los antiguos oficios, como la administración del Patrimonio hace años que desapareció de Pontevedra, alguien tiene que salvar el honor de los canteiros.
Y es que resulta que contra toda lógica, contra todo arte y saber popular y secular están ahora colocando los nuevos sillares de la calle, ya manufacturados industrialmente,  en el sentido paralelo al eje de la misma.
Aquí en Galicia, lo usual es colocar las losas o perpiaños en sentido perpendicular a las fachadas. Menos mal que aun queda cierto sentido común en la villa marinera de Combarro, frente a la sórdida Pontevedra. El plan especial de aquella localidad es taxativo en cuanto a la colocación de los pavimentos: "A colocación debe facerse seguindo as pautas tradicionais dos solados con perpiaño, tendo en conta a necesidade de gardar a meirande perpendicularidade cos edificios". Que es justo lo contrario de lo que se hace en las inmediaciones de la Herrería.
Aunque ya sé que es imposible, estando la gestión pública local, en manos de la citada generación, es una lástima que no le pegara algo al nutrido séquito que visitó la Grand Place de Bruselas, donde aun conservan el escalón en la plaza con los edificios y las farolas de fundición demodé. Por algo aquel entorno es Patrimonio de la Humanidad.



miércoles, 23 de enero de 2013

Preocupados por el "modelo de cidade"


Como para no preocuparse por el llamado "modelo de cidade", que por fin empieza a dar sus primeros frutos ante el embobamiento generalizado y el empecinamiento municipal.
No hay manera. A pesar del remozado integral de calles - a base de gastar millones de euros- espacios en los cuales está, en muchos casos, prohibido o restringido el paso de vehículos a motor, los pavimentos no aguantan.
El listado de vías que necesitan una reparación es interminable: Peregrina, Glorieta de Compostela, Andrés Muruais, Porta de Trabancas, Real, Reina Victoria, Eduardo Pondal, Avenida de Vigo,Riestra, Plaza de España...
Resulta que ahora la culpa la tiene la lluvia, como si Pontevedra estuviera situada en el Sahara.
El problema no es que en estos "tiempos de bonanza", a golpe de talonario y vía de urgencia, se arreglen los desperfectos, que es lo que se vine haciendo puntualmente cada seis meses. El problema no es que los espacios públicos se hayan convertido en un campo de minas donde peligrosas caídas estén al orden del día (sería interesante conocer la estadística) imposibilitando o restringiendo los desplazamientos y la accesibilidad. El problema, en fin, no está en que la oposición no tutele estas cuestiones ni exista una contestación cívica.
El problema mayor versa en que aquí no se reconocen los errores y se insista en un "modelo de cidade" fracasado.
Y ahora que venga el jurado del "Intermodes" a darse una vuelta por estos pagos.

domingo, 20 de enero de 2013

Las flechas de San Sebastián

 
Parece ser que el culto pontevedrés a San Sebastian, como voto de la villa- que no patrón- se remonta a 1515, esto es, a cerca de 498 años.
Junto con San Roque, el santo martirizado a saetazos aparece relacionado como protector contra la peste y otras epidemias, enfermedades que diezmaban la población en los antiguos tiempos.
El papel pontevedrés de San Sebastián saldrá reforzado aun en el siglo XIX al adoptarse igualmente como patrón por los comerciantes de la villa convertida en capital y aun ciudad (aunque hoy sea una gran aldea), por lo que la burguesía local acogió con buenos ojos a este santo. Esto puede explicar que todavía perviva en el espíritu de entidades cívicas y lúdico recreativas como el Casino Mercantil, el Liceo Casino o mismamente la célebre Peña de la Boina, que mediante  actos sociales aun festejan esta efeméride.
La rogativa popular, que figuraba en la antiquísima Tabla de Ceremonias se perdió hace muchos años y aun la ofrenda municipal desapareció, como otras muchas cosas de Pontevedra, en esta última década ominosa.
Lo curioso del caso es que en el inventario de bienes municipales, a la par que otros muchos objetos de interés histórico-artístico, como la escribanía de plata de la Alcaldía, las mazas de ese mismo metal que se utilizan por los maceros en los días de gala, figuran inscritos media docena de flechas o saetas de plata, adquiridas al parecer hacia 1945, y que exhibe la talla del santo el 20 de enero y en la procesión de Corpus. Creo que estaban valoradas en 120.000 pesetas de 1992.

martes, 15 de enero de 2013

De como se ahorraba


De la lectura de las páginas adicionales de una libreta de ahorro de la década de los cincuenta, podemos extraer las claves de lo contrario de la administración que seguirían muchos años después las Cajas de Ahorro.
Vaya por delante que ya en la contraportada de dicha cartilla se estampaba lo siguiente, en orden a lo que eran los objetivos de la Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra:
"Recibir y hacer productivas las economías, principalmente las de las clases menos acomodadas, que se le confíen, dedicando sus beneficios a obras de carácter benéficosocial, al fomento de la cultura y riqueza de la Provincia, al crédito personal y corporativo, etc."
Pero casi era más interesante el epígrafe titulado "Como se ha de ahorrar". Y empezaba así:
El ahorro se forma con la supresión de lo superfluo.
Para ahorrar no se necesita ser sabio ni rico; sólo se precisa voluntad fuerte, decidida, constante, que permita vencer la ociosidad y la indolencia, la incultura y la inmoralidad, la irreflexión y el despilfarro, enemigos del ahorro.
Aparecían también sencillas máximas como que "quien sólo piensa en vivir al día nunca podrá ahorrar".
Seguramente que si los directivos de los últimos años hubieran seguido los siguientes preceptos, que se le inculcaban a los ahorradores, no hubieran condenado a la desaparición las Cajas ni a la pérdida de su prestigio y confianza.
Para ahorrar, debéis cumplir fielemente las siguientes reglas:
Gastar menos de lo que ganéis.
Huir de toda deuda
Pagar al contado
No os comprometáis en gastos que penséis satisfacer con ganancias problemáticas o eventuales.
Administrar el producto de vuestro trabajo, para saber lo que ganáis y lo que debéis y podéis gastar.
Acomodarse a la clase social a que pertenecéis.


lunes, 7 de enero de 2013

El precedente de Petronor


Resulta que desde 1968 está enclavada en un humedal de la costa vizcaína la gran refinería de Petronor, una empresa vasca dedicada al refinado de hidrocarburos.
Su ubicación en un paraje tutelado por la ley de Costas, en pleno dominio público, es muy semejante al caso pontevedrés de Lourizán, donde desde hace décadas se construyó la célebre ENCE, siglas que responden ahora a Energía y Celulosas.
Como la concesión de Petronor estaba a punto de caducar, un acuerdo in extremis entre el Gobierno de Rodriguez Zapatero (PSOE) y el Partido Nacionalista Vasco posibilitaron que dicho plazo concesional se prorrogase nada menos que cuarenta años.
Alegaban los industriales vascos, conviene recordar que Petronor está presidida por Jon Josu Imaz, antiguo dirigente del PNV, que se trata de una empresa de gran valor estratégico para la economía vasca, al parecer de las primeras en el ránking de tributación en aquella región, que daba además empleo directo a cerca de mil personas, y a más de seis mil de manera indirecta por lo que razones de interés general justificaban de modo contundente la continuidad de la petroquímica.

Estamos hablando de una empresa que se extiende a lo largo de 220 hectáreas localizadas entre los municipios de Múskiz y Ciervana- Abantos, que cuenta incluso con su particular línea de atraque para gaseros. A pesar de las críticas de los ecologistas, la empresa cuenta también con su peculiar compromiso medioambiental relacionado con el tratamiento de residuos, la gestión del agua y la recuperación paisajística.
Lo curioso del caso, es que a pesar de que estemos hablando de una industria cuando menos molesta, que genera un fuerte impacto ambiental y que está situada mayormente en terrenos del dominio público marítimo terrestre, sus gestores han conseguido minimizar esas notas negativas para conseguir que ahora sea un símbolo de las Vascongadas. No en vano es Petronor la primera firma que ha conseguido colarse en las camisetas del Athetic de Bilbao, o de patrocinar regatas de traineras de tanta tradición en aquellas costas.
La visión política mayoritaria en aquellas tierras, en defensa de sus industrias, parece ser que es por ahora diferente a la que se tiene por estos pagos.¿Se imagina alguien a Lores o a Antón Louro como presidente ejecutivo de Ence?