miércoles, 30 de mayo de 2012

Unas cuantas coces

La plantación de Salgueiriños.

El otro día en el barrio de Os Salgueiriños, el alcalde Lores procedió a la plantación de algunos de esos salgueiros, -esto es, sauces-, en honor a la denominación de esa barriada, que nació en tiempos en los que se hacían viviendas sociales, (período del que no se puede decir el nombre, por expresa prohibición de la ley de la memoria histórica).
También un concejal del actual grupo de gobierno plantó hace unos años un olivo en plena calle de la Oliva, alegando que se evocaba el origen de la denominación de dicha vía.
Lo curioso del caso es que en la calle del Naranjo, con motivo de las reformas operadas en ese entorno, se procedió a la corta y retirada de los árboles allí existentes, esto es naranjos o laranxeiras. A pesar de que los vecinos instaron la plantación de dichos cítricos, ni muuuu oye..

El ornato de nuestra Casa Consistorial.
Hace ahora unos cuatro años, que el que suscribe denunció al propio ayuntamiento por el precario estado en que se encotraba el edificio de nuestra Casa Consistorial, en plena plaza de España. El propio gobierno local era incapaz entonces de cumplir su propio bando de ornato.
Parece ser que ahora, un cuatrienio después, la oposición retoma este asunto.

Organización de Congresos.
Incluso antes que el BNG cogobernase nuestro ayuntamiento, ya se había creado un organismo autónomo municipal, para la gestión del llamado Pazo da Cultura, a fin de organizar allí los preceptivos eventos, culturales, congresuales y feriales.
Teniendo una gerente, encuadrada en el personal de alta dirección municipal, no se entiende porque ahora la concejala de turismo tiene que traer de fuera a una profesional para organizar una estrategia de política congresual. Entonces es que sobra alguien.

El Corpus y la feria del libro.
Después de conseguir que volviese la feria del libro a la ciudad, se están instalando unas casetas en la plaza de la Herrería. Llama la atención que ese lugar este ocupado por ese mercado precisamente cuando allí se suele ubicar -desde hace unos quinientos años - el altar para la parada de la procesión de Corpus.
Parece que estamos en manos de extraterrestres.

viernes, 25 de mayo de 2012

La caseta turística extraterrestre

A veces, lo de vivir en una ciudad en la que las vainas mutantes y los zombies se apoderaron de la sociedad civil te proporciona algunas satisfacciones, sobre todo cuando se contemplan sus acciones.
Por ejemplo, lo de la caseta de información turística instalada por el Concello de Pontevedra en las inmediaciones de la plaza de España. Nada objetaremos - desde el punto de vista hiperadministrativo - a que se encuentre situada equidistante entre la de  la Xunta, en la calle de Riestra y la de la Diputación Provincial, en el palacete de la Avenida de Santa María. Así como nada diremos de los últimos doce mil euros invertidos en forrar con espejos el garito efímero.
El conjunto de caseta cúbica, con su dispositivo para captar las ondas marcianas, olivo enmacetado y aun respiradero de acero corten del parking subtarráneo, conforman un evocador paisaje urbano  difícil de olvidar para cualquier visitante.
¿Pero cómo sería la situación antes de que la citada epidemia generacional de zombies y vainas se apoderara de la ciudad?
Pues que nos ufanaríamos por explicar a los turistas, desde las inmediaciones donde hoy se halla la caseta extraterrestre, que las góticas y medievales ruinas de Santo Domingo son un ejemplo a nivel mundial de  respeto por la restauración monumental . Añadiríamos que precisamente fue el primer Monumento Nacional declarado como tal en la ciudad de Pontevedra, ya a finales del siglo XIX.
Les hablaríamos a los ilustrados visitantes de la influencia de la Sezessión vienesa en la arquitectura de nuestro Instituto. Presumiríamos igualmente de las obras públicas del célebre arquitecto Sesmero, los palacios provincial y consistorial, sinfonías de granito decimonónicas...
Mostraríamos también  la mejor escultura conmemorativa en bronce de Galicia, y de las mejores de España, como es la de los Héroes de Ponte Sampaio...
Y en cuanto a los árboles le daríamos primacía a las seculares acacias de la Alameda, a la centenaria araucaria o a las camelias de los jardines de la Diputación, antes que a un enmacetado y torturado olivo, pretendido símbolo de las Rías Baixas.

lunes, 21 de mayo de 2012

César Abal nuevo concejal de Pontevedra

Esta mañana, César Abal González tomó posesión del cargo de concejal, en el ayuntamiento de Pontevedra, su ciudad natal. El nombramiento, transcurrido un año desde la celebración de las elecciones, se produjo tras la existencia de la vacante  ocasionada por la renuncia de un compañero de su grupo político, el Partido Popular. Aunque en la oposición, parece ser que ahora César se ocupará de asuntos relacionados con la juventud y el deporte.
En principio este post era innecesario, puesto que al menos en el mundo digital, Abal es de sobra conocido por ser un pionero en utilizar las nuevas tecnologías de la información. Durante varios años, a través de su blog hemos compartido, aprendido o discutido sobre diversos aspectos de la actualidad pontevedresa, asuntos muchos de ellos ajenos a los medios de comunicación convencionales. Sobre esto, nada que objetar, pues parece que sus puntos de vista todavía se pueden consultar en la red. Esto no hace más que certificar que César pertenece ya a otra generación de pontevedreses, y desde luego que ya puede ufanarse de ser el concejal más transparente y generoso que tuvo la ciudad de Pontevedra.
Porque toda esa trayectoria pública contrasta con el comportamiento del  personal con el que a partir de ahora va a tener que lidiar.
Sin ir más lejos, a estas horas, en la página oficial y pública del Concello de Pontevedra, en un alarde de injusticia, sectarismo y descortesía institucional solamente se anuncia que hoy renunció a su acta de concejala, Lola Dopico, perteneciente al grupo del BNG.

http://www.pontevedra.eu/actualizate/a-concelleira-de-igualdade-lola-dopico-deixa-o-concello.

Recordemos que Lola Dopico pasará a la historia por formar parte de los gobiernos más negros que tuvo esta ciudad, al triplicar sólo en una década el número de parados del municipio y arrasar con todo el tejido productivo, sin dejar la más mínima expectativa existencial para miles de jóvenes que ya han tenido que emigrar a pesar de contar con la mejor   formación posible.
En fin, que hoy, a pesar de la política informativa municipal, tomó posesión de su acta de concejal, César Abal.




sábado, 12 de mayo de 2012

De cuando se creó el Asilo


Todavía atónitos por el posible cierre del centenario Asilo de Pontevedra, es sorprendente pensar en la gran cantidad de infraestructuras que se crearon en la ciudad en los tiempos en los que tambíen se instaló la "Casa- Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados".
Solamente en los últimos quince años del siglo XIX, nuestra ciudad recibiría la llegada del ferrocarril con la construcción de la desaparecida estación de Campolongo. Se inauguraría el cementerio de San Mauro, una traída de aguas, una red de alumbrado eléctrico, de las primeras de España, un tranvía a Marín...
Se consiguiría además abrir todo un Hospital, - el actual - un Grupo escolar, en el edificio del Gobierno militar... La iniciativa privada levantaría además desde una Plaza de toros hasta Casas de Baños...
Ahora nos tocan los tiempos del desmantelamiento de la ciudad, presa por una famosa generación que solamente conoce la destrucción sistemática, que sólo dejará escombros a los que la sucedan.
En la imagen de aproximadamente 1900 se ve un entierro saliendo del primitivo asilo. Ahora cuando  desapareció el llamado "estado del bienestar" dependiente del sistema público,  asistiremos, si no se remedia, al propio entierro de la centenaria institución benéfica gestionada por  la orden religiosa de las "Hermanitas de los Ancianos Desamparados" fundada en 1873.
También hacia 1890 existía una cocina económica en la ciudad, sufragada por la solidaridad vecinal. Hoy depende de San Francisco.

martes, 8 de mayo de 2012

Crónica de un fracaso anunciado

Estos días se procede a enterrar, otra vez, los antiguos cimientos de la muralla que se encontraron en la calle Sierra, en las inmediaciones del Mercado de Abastos. En el año 2003 se decidió dejarlos a la vista, aun a pesar de que inutilizaban la calzada de una de las calles más comerciales de Pontevedra.
Ahora con el ocultamiento de estos restos, se pone fin a una etapa desdichada en cuanto a la política arqueológica seguida . En muchas de las intervenciones pontevedresas no se sopesó suficientemente la ponderación entre lo que se podía exhibir y el patrimonio construido heredado, tan interesante y funcional, como la búsqueda de las formas puras medievales que es lo que se pretendía.
Pero como el tiempo también pinta y pone las cosas en su sitio,  gracias a la bendita crisis, pudo evitarse también ahora el disparate del museo proyectado en la plaza de Valentín García Escudero, actuación que arruinó comercialmente la zona norte de nuestro Casco Histórico.
¿Y del célebre Centro de Interpretación de las Torres Arzobispales? Pues que a los pocos meses de su inauguración ya se está llorando porque es insotenible económicamente. Ya hay que ser mal gestor para crear una infraestructura inviable, y más en estos tiempos.
En fin, la justificación del concejal de Cultura para ocultar los restos de la calle Sierra amparándose en que no tienen "entidad suficiente" y que existen otros más representativos también ponen en evidencia la actuación disparatada y destructiva de lo que fue el  Campillo de Santa María, que al dar primacía a la exhibición de unos restos de la cerca allí aparecidos, borrando de un plumazo aquella popular alameda decimonónica, los cazurros no repararon   en que solamente unos metros más arriba, en esa misma calle de Arzobispo Malvar, existía, y existe,  un fenomenal lienzo de la muralla medieval de Pontevedra, el mejor conservado.